La formación reglada frente al mercado laboral

Sonia Pascual

Los expertos coinciden en señalar falta de adecuación del sistema de formación reglada con las necesidades del tejido productivo.
Esta es una de las conclusiones de la Jornada `La gestión de los recursos humanos: retos para la colaboración privada-pública´ que ayer organizaron Aedipe Centro, Fundación Sagardoy y Fundación élogos

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El acto ha contado con la intervención de Reyes Zataraín del Valle, Directora General del Servicio Público de Empleo Estatal, quien ha explicado las dos perspectivas bajo las que se está actuando a nivel público: la reforma laboral y las políticas activas de empleo. En el primer caso, Reyes Zataraín ha señalado la necesidad de corregir las debilidades estructurales que existían en el propio mercado laboral, y mejorar la productividad, flexibilidad y competitividad.

Respecto a las políticas activas de empleo ha reconocido que no han servido para mejorar ni la formación ni la empleabilidad de los trabajadores. En este sentido, ha defendido el nuevo modelo de regulación, programación y financiación y la puesta en marca de un plan anual que concentre todas las políticas activas y que defina objetivos estructurales y estratégicos como “la gran reforma" que va a permitir mejorar la eficacia de estas políticas. “Hay que activar el empleo y uno de lo principales problemas que tenemos es el nivel bajo de cualificación de los trabajadores: hay 450.000 desempleados registrados que no tienen ni el título de la ESO", ha indicado.

Durante la jornada se han celebrado dos mesas redondas en las que han intervenido directores y profesionales de RR.HH. de empresas como Bankia, Acciona, Prisa, Famosa o Paradores de Turismo, así como representantes del mundo académico, laboral y político, que han dibujado las principales preocupaciones y retos de futuro a los que nos enfrentamos.

Déficit de cualificación

El primer desafío que se ha puesto sobre la mesa ha sido el del nivel de cualificación de los trabajadores españoles. Jesús Mercader Uguina, Director del Instituto de Relaciones Laborales y Empleo de la Fundación Sagardoy, y Catedrático de Derecho del Trabajo, ha advertido de este problema y en especial, sobre el importante déficit que existe en lo que se refiere a niveles intermedios de cualificación: “Mientras que en Europa el nivel de población entre 25 y 64 años con nivel básico de formación es del 23%, en España ese porcentaje es del 42%. En niveles intermedios, Europa se sitúa en el 48% frente al 23% de España. Lo que resulta más paradójico es que en Alemania, motor de la economía europea, tan solo un 28,1% de la población tenga cualificaciones superiores (España lidera el ranking con un porcentaje del 34%, frente al 27% de media europea) frente al 60% que tiene niveles de formación medios. Estos datos ponen de manifiesto la urgente necesidad de adecuar la oferta formativa a las necesidades del mercado", ha asegurado.

Una preocupación que ha sido compartida por Juan Manuel Cruz Palacios, Director ejecutivo de Relaciones Laborales y administración de RRHH de Acciona: “El auténtico problema de este país es la falta de adecuación del sistema de formación reglada con las necesidades del tejido productivo. Tenemos una estructura formativa absolutamente alejada de la realidad y baste fijarse en el hecho de que solo un 10% de la tasa de desempleados se corresponde con personas con Formación Profesional".

El papel del sector privado en la gestión del empleo

El segundo gran desafío hace referencia a un cambio en las competencias y roles a desempeñar por los diferentes actores implicados. Así, Juan Chozas Pedrero, director de RRHH de Bankia, ha abogado por la necesidad de segmentación y especialización de los diferentes gestores que intervienen en el mercado de trabajo, así como una mayor participación del sector privado en él. “Es necesario segmentar y repartir el trabajo entre los diferentes agentes especializados, porque el Servicio Público de Empleo no puede atender por sí solo un colectivo de cuatro millones de desempleados. Dejemos que se centre en corregir los elementos básicos y en atender a los colectivos con mayores dificultares, y permitamos que sean otros gestores especializados los que se ocupen del resto de colectivo. No es suficiente ya con hablar de colaboración público-privada, sino que es necesario ampliar la participación privada en la gestión del mercado de trabajo".

Crecer de una manera nueva y con una nueva mentalidad

Los expertos coinciden en señalar que las empresas privadas van a tener que seguir siendo el motor de la economía, y en que una vez realizados los ajustes, es momento de plantearse nuevos modelos de crecimiento. Y este nuevo escenario va a exigir, según Antonio Fernández Aguado, Vocal de AEDIPE Centro y Director de RRHH de FAMOSA, un cambio de mentalidad global y una cultura más abierta e innovadora: “No podemos hablar de precariedad en el empleo por el hecho de que el empleo sea temporal. La realidad no es la que era, la estabilidad en el empleo se ha reducido y lo va a seguir haciendo, pero lo importante es que un trabajador tenga la oportunidad de enlazar diferentes proyectos y experiencias profesionales a lo largo de su trayectoria. Y tampoco podemos hablar de fracaso porque una medida no funcione. Es necesario poner en marcha cada año muchas nuevas iniciativas".

Productividad y jóvenes

Inmaculada Cebrián López, Profesora Titular de Fundamentos para el Análisis Económico de la Universidad de Alcalá, y Alessandro Gentile, Doctor en sociología y profesor de la Universidad de Zaragoza, han sido los encargados de analizar la situación en clave de tendencias.

Inmaculada Cebrián ha centrado su preocupación, entre otros, en el comportamiento anticíclico que registra la productividad en España –“durante la crisis hemos registrado los mayores niveles de productividad", pero “ha empezado a volver a caer ante los síntomas de una menor destrucción del empleo"- y en la reducción del volumen de asalariados frente al incremento del colectivo de trabajadores autónomos: “los estudios demuestran que esta situación tiene consecuencias negativas para los niveles de productividad y riqueza económica".

Alessandro Gentile, por su parte, se ha referido a la situación de los jóvenes y, entre otros, ha mostrado su preocupación por el auge de la “titulitis" frente a la empleabilidad. En este sentido, ha reclamado como básico el implantar un sistema de orientación profesional para jóvenes similar al que existe en Reino Unido para jóvenes a partir de los 13 años.

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